En mi rubro profesional como Psicóloga Clínica, está muy arraigado el concepto de la «sanación» (física y emocional) como un proceso lento y dificultoso. Este paradigma lo cree el terapeuta y lo termina creyendo, a la larga, el mismo paciente. Sin embargo, por alguna razón que desconozco, o quizás debido a mi propia ansiedad y mi orientación a los resultados, estoy convencida que la esperada sanación no tiene porqué ser tan lenta ni complicada. Lo anteriormente mencionado no sólo pasa por un convencimiento auto-impuesto, ya que he sido testigo numeras sanaciones, tanto en mí como en pacientes, en las cuales sus resultados positivos has sido rápidos y en algunos casos inmediatos.
Considero que para que la sanación ocurra de manera rápida, es necesario que se susciten algunos factores y mientras más de ellos existan en el proceso, más rápida es la sanación. A continuación describiré los componentes a esperar:
1. Cuando el Terapeuta cree en la posibilidad de una Rápida Sanación
Si el Terapeuta (psicólogo, terapeuta holístico, etc.) de verdad cree y tiene la convicción de que es posible sanar de manera rápida, sea por la razón que sea, existe una buena probabilidad que le lleguen pacientes que efectivamente sanen rápidamente. En definitiva, uno crea la realidad a partir de las propias creencias y paradigmas.
2. Cuando el Paciente también cree en la posibilidad de una Rápida Sanación
Siguiendo la misma lógica del punto anterior, si el Paciente realmente tiene la certeza que, en primer lugar, va a sanar, y en segundo lugar, esta sanación ocurrirá de manera rápida, es probable que suceda así. Todos creamos nuestra propia realidad, incluso en aquellas circunstancias donde todo parece acaecer desde el exterior y creemos que nos «toca» padecer esa situación. Sanarse tiene que ver, en parte, con «liberarse» justamente de todo aquello que responsabilizamos (personas, situaciones, herencia, etc.).
3. Cuando el Paciente confía en el Terapeuta
Este punto es crítico en la Sanación de cualquier tipo: emocional, física, mental o espiritual. He sido testigo de verdaderos milagros médicos, comprobados con exámenes de laboratorio, de pacientes que sanan de enfermedades graves como el cáncer porque confían en el trabajo del terapeuta. Confiar tiene relación con entregarse por completo a la terapia y a la persona del terapeuta.
4. Cuando el Paciente quiere Sanarse
Siguiendo con el punto anterior, confiar en la terapia y el terapeuta, también implica que la persona QUIERE mejorar y sanar. Destaco esto último, porque no basta sólo con que el paciente manifieste o diga que quiere sanarse (pues por algo va a terapia), sino que de verdad está dispuesto a vaciar creencias, transmutar emociones y sobretodo: CAMBIAR. A veces estos cambios, por muy sutiles que parezcan, involucran hábitos y paradigmas muy arraigados en la persona. Por esta razón, la resistencia al cambio que tenga el paciente es un factor determinante a la hora de sanar.
5. Cuando el Paciente comprende la «verdadera» razón de su enfermedad
Es importante que el paciente comprenda el «verdadero» origen de su enfermedad (física, mental, emocional). Comprender, por ejemplo, que no es sólo un cáncer, una cefalea, una bulimia, una depresión… sino que detrás de aquella «patología» existe un origen multi-factorial. Es por esto, que nuestra Terapia Alama incluye la canalización de información energética de manera transversal, de modo de hacer comprensibles los múltiples orígenes de la enfermedad: físicos, emocionales, mentales, espirituales, ancestrales, kármicos, energéticos, o debido a acuerdos prenatales.
Cuando el paciente comprende realmente la(s) razón(es) de su enfermedad, hace consciente elementos que puede liberar y vaciar para que la sanación opere.
6. Cuando la enfermedad (física, emocional o mental) es un camino de Sanación Personal
Al comprender los orígenes de la enfermedad, también es importante que el paciente comprenda si ésta es un camino de crecimiento personal, emocional y espiritual transitoria, o bien, es una condición que acordó tener en esta vida. La mayoría de las enfermedades, son meramente transitorias y posibles de sanar. Más que enfermedades son síntomas que se muestran a través del cuerpo, emociones y pensamientos. Incluso, hay varias enfermedades llamadas «crónicas» que pueden ser sanadas si es que corresponden a un camino de crecimiento personal. No es el tipo de enfermedad que puede ser sanada (diabetes, colon irritable, bipolaridad, etc.), sino que es necesario canalizar si la persona tiene esa enfermedad como camino de crecimiento o como condición vital acordada prenatalmente.
Espero que te interese y sirva este artículo.
Un abrazo,
Valeria Mandakovic
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